Además de su seguridad física y la seguridad de su hijo, hay otros problemas de seguridad que pueden ser un factor importante.
Un factor importante de conflicto durante y después de la separación puede ser la enfermedad mental del otro padre. Puede estar preocupado por la capacidad del otro padre para cuidar a sus hijos si se produce una crisis en su enfermedad mental. Por ejemplo, puede estar preocupado de que él o ella no pueda garantizar la seguridad de sus hijos. En muchas comunidades hay grupos de respaldo para familiares de enfermos mentales. Puede ser muy útil que comparta su preocupación con otras personas y obtenga más información sobre la enfermedad.
Quizás haga todo lo necesario para ser el mejor padre posible, pero los problemas del otro padre con drogas y alcohol pueden crear un riesgo para sus hijos. Cuando ocurra esto, recuerde: Usted no es responsable por el comportamiento del otro padre. Su tarea es tomar todas las medidas necesarias para que sus hijos estén seguros. Si tiene motivos para creer que el otro padre está tomando demasiado alcohol durante las visitas de su hijo, o exhibiendo algún otro tipo de conducta inapropiada, puede pedirle a un juez que dicte una orden para que el otro padre deje de comportarse de esa manera durante las visitas. Si bien un padre quizás necesite ayuda para cuidar a sus hijos, es importante que haya por lo menos un padre que cumpla una buena tarea. Mientras usted está ocupado salvaguardando la seguridad de sus hijos, un amigo de confianza o terapeuta le puede brindar el respaldo adicional que necesite.
Si sospecha que el otro padre está maltratando a su hijo de cualquier manera, lleve a su hijo a ver a un médico o terapeuta. Hágalo por el bienestar de su hijo.
Si tiene miedo de que rapten a su hijo, necesita ayuda y asesoramiento legal. Si puede demostrar de que hay un motivo fundado para creer que su hijo será raptado, un juez puede dictar una orden para que el otro padre no se lleve a su hijo fuera de los límites de la ciudad o pueblo sin su permiso por escrito o una orden de la corte. La corte también le puede pedir al otro padre su pasaporte para que no pueda dejar el país con su hijo. Además, puede suspender sus visitas u ordenar que sean supervisadas.