En resumen, es importante tener en cuenta que:
La transición a una relación profesional toma tiempo. Es importante evaluar constantemente su relación con el otro padre.
A medida que su relación romántica se descompone, verá que sus sentimientos de confianza y amor a veces se transforman en enojo intenso, temor y desconfianza. Los padres a veces parecen competir entre sí y tratan de “ganarse" a los hijos.
La manera en que los padres manejen su enojo determinará en gran medida cómo sus hijos podrán lidiar con la experiencia de la separación y el divorcio, y adaptarse en forma positiva.
En algunos casos, la racionalidad no funciona. En estos casos, un acuerdo altamente estructurado puede ayudar a establecer expectativas claras y límites firmes. Por ejemplo, puede estipular en el acuerdo que la transición de sus hijos de una casa a la otra sea manejada por una tercera persona, indicando claramente quién es responsable por llevar y recoger a los niños.
La prioridad número uno es siempre su seguridad y la seguridad de los niños. Los consejos para negociar con el otro padre no sirven cuando uno se siente amenazado por el otro. Cuando tenga preocupaciones de seguridad, consulte con un abogado o un terapeuta profesional.
A continuación tendrá la oportunidad de completar un ejercicio de repaso para comprobar que haya comprendido el material recién cubierto.